martes, 2 de enero de 2024

Buenos medios para buenos fines

 Decía A.Huxley que el fin nunca justifica los medios porque los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos. Esto quiere decir en la práctica, y me refiero sobre todo a la dimensión política o moral,  que si uno se compromete con algo que le parece bueno y justo, ha de comprender que las buenas causas también necesitan buenas razones. No se bastan solas. 

Esto añade bastante dramatismo a situaciones de la vida en la que te encuentras defendiendo x reivindicación o cuestión con otras personas que pueden estar utilizando diferentes escaleras por las que trepar hacia esos fines que supuestamente compartimos.

 Sería raro que todos trepáramos por la misma escalera, a decir verdad. Pero no de un modo inconmensurable, que es lo que comúnmente ocurre. Es decir, la disparidad e incluso lo contradictorio, en la vida real de las creencias cotidianas, acaece sin la menor traba e imposición lógica. 

Esta perorata me viene a raíz de comprobar en una página de "libertad lingüística" en Baleares, se sirven de argumentos que se apoyan en la jerigonza de la "lengua propia" de Baleares (el Baleá) para criticar que no es el catalán, sino "la dels nostres pradins i pradines". Pero esto pasa con todo cuando eres de izquierdas, de derechas, monárquico, republicano, ultramontano, anarquista, frente chiripitifláutico confederal asimétrico, charo, cayetana, friegasuelos o alcaldesa. Ya lo dijo el buen F.O: "Cuando se intenta defender con malas maneras las causas no es raro que la endeblez de los argumentos arrastre a las causas. Incluso a las buenas causas".

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